13 jul 2009

"Una mala experiencia no mata la pasión"
El ex entrenador de Los Pumas, Marcelo Loffreda, hablo de todo. Su relación con Pichot, el presente de Los Pumas, su mal paso por Inglaterra y sus ganas de revancha para volver a dirigir.



Es sabido que Marcelo Loffreda es un apasionado del rugby y que su sentimiento hacia esta actividad es bien visceral. Apurado o no, el Tano siempre dispone de un minuto -y hasta dos, tres, cuatro, etc- para referirse a su deporte.


"Si te dice que está sin tiempo para hacer una nota, vos hablale de rugby que seguro que se prende". Esa es la máxima que se respira en el ambiente periodístico. Y es tal cual. Pero ahora el ex entrenador de Los Pumas también dejó en carne viva que para los amigos también tiene tiempo, y mucho.


"Dale, dale, tengo cinco minutos; estoy apuradísimo", dice el martes a la tarde. Pero esos 300 segundos solicitados por el Tano se transformaron en más de 20 minutos cuando se le mencionó un nombre: Agustín Pichot. "Tengo una muy buena relación con él; nos conocemos hace mucho tiempo. Vivimos cosas lindas, cosas feas, pero siempre juntos y recorriendo el mismo camino. El sábado pasado me emocionó mucho haber podido ser parte de su despedida", confesó.


-¿Se puede decir que fue un matrimonio ovalado?
-Risas- Compartimos muchas experiencias y eso nos acercó en lo humano, porque la verdad es que el rugby nos sirvió de vehículo para conocernos más en profundidad.


En la convivencia entre Loffreda y Pichot hubo una situación particular que, aunque fue sumamente áspera, terminó de solidificar los lazos entre ambos. Sí, se trató de la batalla de 2006 con la ex dirigencia de la Unión Argentina. A capa y espada, el Tano y Agustín salieron al cruce de lo que creían que no era justo y, finalmente, y juntos, lograron dejar en claro que tenían razón. "Esa circunstancia nos unió aún más. Creo que las experiencias difíciles son positivas para estrechar vínculos y ése fue nuestro caso, porque fundamentalmente nos terminamos de conocer a fondo. Que el técnico y el capitán estuvieran de acuerdo y centrados en un mismo camino, fue un canal para que todo el plantel terminara bien fortalecido", reconoce.

 
La misión iba por buen camino. El gran Tano ya se había olvidado del reloj y, por ende, de los cinco minutos pedidos. Pero el tema Pichot se acababa y Scrum.com le tocó su otro talón de Aquiles: el rugby, Los Pumas. Y claro, la charla se extendió. "En los últimos partidos los vi mucho mejor que en Manchester. Me parece que el test match en Salta fue como un reinicio, un punto de inflexión, un paradigma en el nuevo ciclo. Y lo importante fue que contra los Barbarians Franceses supieron mantenerlo. Se nota que el seleccionado está adquiriendo una mayor experiencia y que en la última ventana internacional pudo ver la luz", dice, mientras el tic tac del reloj ya marca más de diez minutos.


-¿El primer tiempo contra Inglaterra en Salta no te hizo acordar a la actitud Puma en el último Mundial de Francia 2007?
-Es que eso hay que buscar. Más allá de la calidad de los jugadores, lo que hay que buscar es esa actitud y esa determinación para salir a jugar. Y en los últimos dos tests por suerte se pudo ver. El seleccionado está por un buen camino, y eso quedó demostrado.


Dicen que el tiempo no para, pero Loffreda no se da cuenta -o no se quiere dar cuenta-. Está en su salsa y se nota. Con la pasión por el rugby brotándole por los poros, el entrenador, sin mirar el relojo, se aparta del tema Pumas y se zambulle en su situación personal. "Estoy muy cerca de cerrar todo con el Leicester de Inglaterra (lo dirigió en 2008 y fue despedido de mala manera). En muy poco tiempo ya quedará sellada mi completa desvinculación del club", cuenta.


-No podía trabajar en ningún otro lado hasta que venciera tu contrato, ¿no?
-Exacto. Para realizar cualquier otra actividad debía aguardar que concluyera mi relación contractual. Lo podría haber hecho por atrás, oculto, y nadie se iba a dar cuenta. Pero ese no es mi estilo.


-Cuando se cierre tu desvinculación del equipo inglés, ¿te vas volver a acercar al rugby?
-Sí, por supuesto. Una mala experiencia no mata la pasión. Yo siento pasión cuando estoy cerca de una cancha, cuando empiezo a oler el aroma a césped. Me fascina transmitir lo que sé, ayudar, enseñar. Lo vivo con mucho entusiasmo; es mi gran vocación. El amor por algo, sea la profesión que sea, nunca se pierde. Y uno debe estar agradecido si la vida le permite dedicarse de lleno a lo que uno ama.


Contundente mensaje final de un Marcelo Loffreda al 100%. ¿El reloj? 21 minutos y contando. Seguramente el Tano debe haber llegado tarde a alguna reunión, pero eso qué le importa. Había hablado de rugby y, tratándose de su gran pasión, el tiempo sí para.


Fuente: Scrum.com

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